domingo, 22 de marzo de 2009

De la Corrección a la ultracorrección


Dentro de la industria editorial la competencia se ha traducido en mayores esfuerzos por proporcionar más calidad por lo que la revisión exhaustiva es indispensable.

Hay mayores exigencias en cuanto al uso preciso del lenguaje porque cuando las personas leen, de cierta forma se están formando, por eso la importancia de un uso exacto del lenguaje y de un basto uso de éste también, porque así se contribuye a una formación educativa.

En México hay varias expresiones que siempre son sometidas a este tipo de análisis, por ejemplo, cuando se dice venía en vez de vengo o un vaso de agua en lugar de un vaso con agua, sin embargo éstas responden a cuestiones culturales.

En cuanto a los anglicismos, muchas veces se conciben como traiciones a la lengua o al país, sin embargo la gente se encuentra tan familiarizada que se convierten en casi “necesarios” para la comunicación. Es así, que gay, siendo lo mismo que homosexual es más usada ya que tiene un tono más amable.

No obstante, la utilización de anglicismos responde muchas veces a la imitación o admiración que se tiene por lo extranjero. De hecho el uso de ciertas palabras también parece propio de ciertos sectores. Punto y aparte se debe destacar que en diversas disciplinas se cuenta con un léxico propio o característico.

Pero más allá de las reglas y principios para usar la lengua y los lenguajes, debemos saber que los diccionarios no deben ser tomados como una ley suprema, la lengua es enriquecida por el lenguaje de sus usuarios.

Por otra parte, la industria editorial debe hacer un uso intachable del idioma y esto se obtiene acrecentando el bagaje cultural, acercándose a la literatura y adentrándose en el estudio de la lengua para poder hacer mejores observaciones al uso que de ésta hacen los demás.

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