domingo, 22 de marzo de 2009

La apariencia del libro


La corrección del manuscrito está lista, ahora qué aspecto tendrá el libro es una labor propia del diseñador pero exactamente, ¿qué tanto hace el diseñador?

Independientemente de que el diseñador sea alguien de planta que trabaje en la casa editorial o alguien externo, éste debe encargarse de determinar el tipo y tamaño de letra, el tamaño de las páginas, el tipo de papel, la medida de los márgenes, el espacio entre líneas, el plan de ilustraciones y tablas, la clase de encuadernación, la apariencia de la cubierta, etc.

La propuesta artística del diseñador, debe corresponder y adecuarse a la temática que aborda el libro, pero también debe estar conciente de los costos, debe complementar la parte artística con el aspecto financiero.

Otros problemas a los que se enfrenta el diseñador tienen que ver con el cálculo del tamaño del libro, el diseño básico, el trabajo artístico, el trabajo de la portada y contraportada, entre otros que abordare a continuación.

El diseñador debe conocer cuántas letras tiene el manuscrito para empezar a pensar en cómo serán las páginas, cuál será e espacio de márgenes etc., y la forma más sencilla de calcular esto es seleccionar una cuartilla, contar el número de caracteres (incluyendo los espacios entre palabras) y multiplicarlo por el número de cuartillas del manuscrito. Teniendo el número de caracteres en total, se divide entre el numero de éstos que caben en cada página y así obtenemos el total de páginas de que constará el libro con un formato determinado.

Es importante que se tome en cuanta un diseño que guste al lector pero que también sea económico; si el diseñador logra encontrar un equilibrio entre estos aspectos, tanto la editorial como el comprador del libro saldrán beneficiados con un precio menor.

La elección de la letra incide en el diseño de la página y ello determina las medidas de los márgenes laterales, superior e inferior, la ubicación de los números de páginas y las cornisas.

Sobre el “trabajo artístico” que se refiere a la ubicación de tablas, ilustraciones, mapas y/o cartas el diseñador debe supervisar esta labor para que sea coherente con el libro.

Acerca de la portada y forro del libro, de nuevo se presenta la importancia de encontrar un equilibrio entre crear algo llamativo, de calidad pero que el coste no sea elevado.

También en el desarrollo de el forro y portada del libro es donde el diseñador puede hacer una mejor muestra de su talento, y radica en el la responsabilidad de crear una presentación que sea atractiva, llamativa, que invite al lector a comprar el libro, porque nunca debe perder de vista el objetivo que es que todo el diseño concuerde con el tema del libro, de nada serviría una cubierta que sea una obra de arte si no logra comunicar al lector el tema del libro.
Otra tarea del diseñador es conseguir el equipo y material, para esto debe consultar para poder decidir en dónde está la calidad y los precios más accesibles, aunque es más bien responsabilidad de la empresa editorial.

También supervisa el proceso de la impresión, decide como se hará la impresión, y el autor menciona el linotipo y monotipo, procedimientos que han sido desplazados, sin embargo menciona que la composición manual puede ser aconsejable para pequeñas editoriales que acaban de empezar por los precios. La elección del papel también depende del procesamiento con que se hará la impresión.

La encuadernación responde al aspecto comercial en función de los costes de producción, el precio la que será vendida etc.

Como conclusión se puede tener que el diseñador, aunque sujeto al criterio de autor y editor, es quien decide la apariencia del libro, y esto en ocasiones resulta determinante para su venta, sin embargo, no es necesario un trabajo elaboradísimo en cuanto al diseño para que se logre un aspecto atractivo.

De la Corrección a la ultracorrección


Dentro de la industria editorial la competencia se ha traducido en mayores esfuerzos por proporcionar más calidad por lo que la revisión exhaustiva es indispensable.

Hay mayores exigencias en cuanto al uso preciso del lenguaje porque cuando las personas leen, de cierta forma se están formando, por eso la importancia de un uso exacto del lenguaje y de un basto uso de éste también, porque así se contribuye a una formación educativa.

En México hay varias expresiones que siempre son sometidas a este tipo de análisis, por ejemplo, cuando se dice venía en vez de vengo o un vaso de agua en lugar de un vaso con agua, sin embargo éstas responden a cuestiones culturales.

En cuanto a los anglicismos, muchas veces se conciben como traiciones a la lengua o al país, sin embargo la gente se encuentra tan familiarizada que se convierten en casi “necesarios” para la comunicación. Es así, que gay, siendo lo mismo que homosexual es más usada ya que tiene un tono más amable.

No obstante, la utilización de anglicismos responde muchas veces a la imitación o admiración que se tiene por lo extranjero. De hecho el uso de ciertas palabras también parece propio de ciertos sectores. Punto y aparte se debe destacar que en diversas disciplinas se cuenta con un léxico propio o característico.

Pero más allá de las reglas y principios para usar la lengua y los lenguajes, debemos saber que los diccionarios no deben ser tomados como una ley suprema, la lengua es enriquecida por el lenguaje de sus usuarios.

Por otra parte, la industria editorial debe hacer un uso intachable del idioma y esto se obtiene acrecentando el bagaje cultural, acercándose a la literatura y adentrándose en el estudio de la lengua para poder hacer mejores observaciones al uso que de ésta hacen los demás.

sábado, 14 de marzo de 2009

Para que no haya errores

Sin duda, dejar el manuscrito limpio de errores no es tarea fácil, y es una más de las tareas en las que participa y coordina el editor. El trabajo de preparar el manuscrito para el tipógrafo es la corrección.

El trabajo que desarrolla el corrector, que en la actualidad son capturistas, y que en ocasiones puede ser el mismo editor, es el de ayudar al autor a presentar sus ideas de forma clara y eficaz.

Lo ideal seria que el autor presentara su manuscrito listo para que el editor se lo pase al tipógrafo, sin embargo, esto nunca sucede y es necesaria una revisión exhaustiva del manuscrito para que la labor del tipógrafo sea más fácil y no tenga que detenerse a ver qué es lo que está tipografiando.

El corrector debe encargarse de que el manuscrito sea legible, y tenga unidad en cuanto a la ortografía, la puntuación y el mismo estilo, y también de anotar bien claras las instrucciones dirigidas al tipógrafo. Así mismo, debe dejar precisa la ortografía, la puntuación, y las abreviaturas.

Otro problema al que se enfrenta un corrector es la transliteración de los signos de un idioma a otros. Debe cuidar muy bien este aspecto pues con frecuencia las traducciones hacen que el texto pierda su esencia.

Otro reto que se presenta para el corrector es mejorar la gramática sin alterar o modificar el estilo del autor, siempre debe indicarle al autor donde no está dejando claras sus ideas, para lo cual el corrector debe ganarse la confianza del autor para que le permita hacer observaciones sin que las tome a mal.

Un punto en especial, me parece una gran labor y es el que se refiere a la veracidad de la información y los datos, ya que si algo no le parece verídico al corrector, éste debe darse a la tarea de verificarlos porque, desde luego, un manuscrito que no es preciso en cuanto a su información no puede publicarse. Igualmente, debe fijarse en aquellos detalles que no estén sujetos o se le hayan escapado al autor y al editor referentes a las leyes o a derechos de autor.

El corrector mantiene relación tanto con el autor, como con el diseñador, dibujante, tipógrafo y demás personajes involucrados en la producción del libro.

Algunas de las herramientas de las que se vale el corrector para hacer su trabajo son los diccionarios, las enciclopedias, los libros de estilo sobre el tema que aborda el manuscrito que corrige, etc.

Hay algunas editoriales que tienen un corrector de estilo pero por lo general éstos trabajan de manera independiente y son externos a las editoriales, trabajan para ellas cobrando un precio preestablecido.

Existen dos pruebas, las galeradas, son parte de la lectura que se hace del texto antes de la formación de paginas, y después siguen las pruebas compaginadas, una vez que se hicieron las correcciones y se formaron las paginas, pero en ocasiones es necesario hacer más pruebas, por la irresponsabilidad de autores y correctores, además esto se traduce en mayores gastos tipográficos.

Si se desea agregar palabras o quitarlas, el tipógrafo debe hacer su trabajo de nuevo, por eso, en algunos países se le cobra al autor por añadir palabras o ideas, estos cambios se conocen como alteraciones del autor.

En suma, es muy importante la labor que desempeña el corrector, en primera porque sobre él radica la responsabilidad de que el manuscrito quede en condiciones de publicarse, en segunda porque es realmente una labor exhaustiva, va más allá de corregir la puntuación y ortografía, y en tercera porque incluso su relación íntima que llega a entablar con el autor puede impactar en el proceso de producción del libro de manera favorable o negativa.

De la idea al libro


En este capitulo, son abordados puntos interesantes respecto de la producción de un libro: la forma cómo es seleccionado un manuscrito para convertirse en libro, quiénes intervienen en tal decisión además del editor y cómo una empresa puede crecer a partir de emprender proyectos de desarrollo.

Como se ha destacado, el papel del editor es muy importante pero en específico sobre la selección del manuscrito se debe destacar que el editor no se sienta a esperar a que un buen manuscrito llegue a sus manos, él se encarga de buscarlos también, además promueve la creación de nuevos manuscritos, sobre temas que considere tengan un mercado potencial.

Pero no realiza este trabajo solo, en la toma de decisiones sobre un manuscrito, el editor consulta tanto al departamento de ventas como al de producción de la editorial.

Cuando una gran casa editorial tiene muchos manuscritos, (incluso, también aquellas que no tienen tantos) es recomendable que organicen éstos con un catalogo de fichas de referencia para recordar el tema, el titulo o al autor.

Un punto importante es el que se refiere al estudio de los manuscritos, ya que es un proceso costoso, porque se revisan muchos que no serán publicados pero de entre todos ellos saldrán los que sí se publicarán.

Muchos manuscritos son descartados de inmediato pero si pasan esta fase son sometidos a una primera lectura por algún miembro del equipo editorial. Esta primera lectura es un vistazo más a fondo para determinar si amerita un análisis profundo.

En esta fase de la primera lectura es común que el editor o equipo editorial contrate el servicio de un consultor, quien es un especialista en la materia que aborda el manuscrito.

Ahora, no sólo el editor y el equipo editorial se dedican a la búsqueda de manuscritos también estos llegan por otros medios. Puede ser que el editor tenga tal prestigio que los autores lo busquen, y en ocasiones, los autores más reconocidos se contactan con el editor a través de su agente literario.

Además también se hacen manuscritos por encargo, es decir, el editor se da cuenta de que algún tema es susceptible de ser publicado y le plantea al autor la idea para que él la desarrolle.

Puede ser el caso de algún autor reconocido al que se le plantea la idea de hacer un compilado de sus obras, o a algún científico con facilidad para la redacción se le ofrece plasmar sus ideas en un libro, etc.

Por último, existen algunos planes que ayudan a las casas editoriales a expandir su negocio, los llamados proyectos de desarrollo.

Entre los proyectos más comunes que se pueden llevar a cabo se encuentra la publicación de una serie de libros, de libros de texto o de libros de consulta como las enciclopedias, diccionarios y atlas.

Eso sí, se invierte mucho antes de empezar a percibir ganancias, desde el momento en que el editor decide encargar la elaboración de un manuscrito, o desde el momento en que empieza a evaluar todos los manuscritos en sus manos y desde el momento en que apuesta por tal o cual manuscrito, empiezan los gastos. Por ello es indispensable que calcule los gastos e ingresos y también planear cuándo deberá pagar y cuándo más o menos empezará a recibir ingresos.

Por esta razón, con frecuencia se cuenta con un sistema de préstamos, no obstante para cualquier decisión de esta índole el editor debe consultar al departamento de producción y al departamento de ventas.

lunes, 2 de marzo de 2009

ASPECTOS FINANCIEROS DE LA EMPRESA EDITORIAL

Sin duda, y hasta ahora, resulta esta la parte más tediosa del proceso de elaboración de un libro. Teniendo en cuenta lo que ya hemos visto sobre dicho proceso, no podríamos decir que es la parte más complicada porque, pese a ser el aspecto financiero un ámbito enredado, hay otros elementos que son incluso más complicados y pueden ir desde desarrollar la idea digna de hacerse libro hasta la comercialización del mismo.

Sin embargo, es sumamente necesario conocer cuáles son las finanzas que se manejan dentro de la industria editorial, empezando por tener en cuenta que la industria de los libros es también un negocio, muchas personas viven de ésta, y antes de continuar con el proceso de la creación de un libro es importante tomar en cuenta cómo se saca el precio de un libro y cómo se manejan las ganancias de las ventas.

El editor, es el coordinador de toda esta empresa y como tal, obviamente pretende ganar más de lo que invierta, para lograr esto, tienen cuenta un principio básico y este es que los costos por unidad de libro se reducen drásticamente en la medida en que aumenta la cantidad de ejemplares impresos.

Existen siete clases de costos:
1) Costos de preparación editorial: aquí se incluyen los pagos al autor, a dibujantes, traductores y demás colaboradores.
2) Costos de manufactura: comprende los pagos a la imprenta por concepto de impresión.
3) Costos de comercialización y distribución: pagos a empleados encargados de recoger pedidos, publicistas, promotores, etc.
Estos son los costos básicos, sin embargo, un editor precavido toma en cuenta los siguientes:
4) Costos automáticamente variables: se incrementan automáticamente con el aumento de la impresión de más ejemplares.
5) Costos no variables: No varían sea el número de ejemplares que sea. Estos pueden ser la planeación editorial y la corrección de los originales.
6) Costos de promoción: varían de acuerdo a la política editorial correspondiente
7) Costos generales: se consideran costos fijos administración, contabilidad, impuestos, renta, intereses sobre préstamos, etc.

Para que el editor pueda calcular los ingresos probables debe tomar en cuenta cuatro aspectos:
1) Precio al público: la relación entre costo de producción de un libro y su precio a la venta al público es muy distinta en países de África, América y Europa o Estados Unidos. Mientras que en Asia las editoriales multiplican los costos de producción por 3 ó 3.5, en otras partes del mundo se multiplica por 4,5 ó 6.
2) Cantidad de ejemplares vendidos
3) Descuentos a librerías y otros clientes: los vendedores de libros siempre reciben un descuento por parte del editor.
4) Costos eventuales de comercialización: estos incluyen omisiones a ciertos tipos de representantes de ventas, gatos de envío o deudas incobrables de compradores. Tales costos pueden ascender hasta más del 15%.

Una habilidad valiosa que debe tener el editor es poder pronosticar los gastos y las ganancias y un método para poder saber esto es calcular el punto de recuperación del capital invertido, es decir, calcular el número de ejemplares que se deben vender para recuperar los costos de producción.

Ahora, también existen otro tipo de ingresos, aparte de los que se generan exclusivamente de las ventas, estos pueden ser los derechos subsidiaros, que son los que pagan otros editores por el permiso para reimprimir; la concesión de derecho de traducción, la inclusión de fragmentos en otras obras o el permiso que otorga exclusivamente el autor para que su obra sea adaptada para cine, televisión o teatro.

Por otra parte, una gran dificultad es la falta de capital para invertir para después poder hablar de todo lo anterior, por lo cual el editor se ve obligado en ocasiones a pedir préstamos con lo que se ve obligado a pagar hasta 25% de intereses lo que incide en el aumento de los precios de los libros.