domingo, 15 de febrero de 2009

¿Podríamos dejar de ser un animal simbólico?


Sin duda el hombre ha seguido evolucionando, los nuevos procesos que se han ido desarrollando lo han cambiando, se ha adaptado y acostumbrado a nuevas formas de producir y de vivir. Sin embargo, Giovanni Sartori, en su libro Homo Videns, la sociedad teledirigida plantea una tesis un tanto apocalíptica respecto de la evolución del hombre, donde éste pasa de ser homo sapiens, un animal simbólico a un homo videns, que se rige más por el contexto visual que por el contexto de la palabra, todo esto debido a su exagerada exposición al televisor.

Sartori parte de la idea de Ernst Cassirer del animal simbólico. El hombre se distingue de otros animales por su capacidad de comunicarse mediante símbolos. El lenguaje es la mejor prueba de ello, es un sistema articulado de sonidos y signos, pero no sólo esto, como sabemos, abarca todas las formas de vida cultural.

Es así, como el hombre, siendo un animal simbólico ha desarrollado, de acuerdo a los requerimientos de las distintas épocas nuevas formas de comunicarse, surgiendo así la imprenta de Gutemberg, posteriormente los periódicos y a partir del siglo XIX una serie de aportaciones tecnológicas que nos brindaron el telégrafo, el teléfono y la radio, todos ellos aparatos que acortaron las distancias y que implican comunicación ling
üística.


La ruptura, como lo llama Sartori, se da con la llegada de la televisión, donde el ver prevalece sobre el hecho de hablar y yo aquí agregaría, pero no sobre el hecho de pensar. Debido a esto, el autor concluye que el televidente es más un animal vidente que simbólico.

Si bien es cierto que, con la llegada de la televisión se cambiaron las formas de comunicación puramente habladas y escritas, que mediante las imagenes proporcionadas en la televisión, la sociedad se ha acostumbrado a su atractivo formato audiovisual y que, como bien menciona el autor, ahora los niños pasan horas frente al televisor antes de aprender a leer y escribir, ¿no es también cierto que la televisión es igualmente un sistema de transmisión de símbolos?

Todos los nuevos inventos que han irrumpido en determinado tiempo han tenido sus detractores y también quienes los apoyan y analtecen en aras del avance. Lo cierto es que todos los inventos, incluyendo la televisión tienen sus pros y contras, todo depende del uso que se les de.

Por otro lado, no se pueden ignorar estudios de especialistas que nos hablan de
telecracia, telebasura, iconocracia o incluso el trabajo de Gustavo Martínez Pandiani, quien nos habla de un homo zapping. No obstante, todas estas definiciones tienen una larga explicación que se responde vinculándola con relaciones de poder, interéses y (como mencione anteriormente) con el uso que cada individuo hace de la televisión.


Es cierto, nuetra sociedad está acostumbrada a las imágenes. Las vemos no sólo en la televisión, sino en el ordenador, y aun antes de que existiese la televisión existían postales, carteles, pinturas, fotografías y cine, por eso me llama la atención que Sartori vea a la televisión como el primer elemento que introdujo la imagen y demoniácamente quizo desaparecer al libro.

En ese caso, habría que seguir pensando que la publicidad hace lo que quiere con las mentes de quienes son expuestos a ésta.

Me parece un tanto absurda la tesis de Sartori porque, además, las imágenes que vemos en televisión o en cualquier otro medio no aparecen desproporcionadas de un contexto. Y sobre todo existen programas destinados a sectores, así como hay caricaturas para niños, existen noticiarios para otro sector y programas de entretenimiento para otro.

La televisión no puede ser vista como un ente que está metamorfoseando nuestra calidad de animales simbólicos. El hecho de que nuestra sociedad la haya adoptado casi como otro miembro de la familia no puede dar pie a pensar que puede transformarnos a tal grado, porque no es nuestro único referente, jamás se sustiturá al lenguaje hablado con nada, ni al lenguaje escrito, y aunque seamos una sociedad de pocos lectores, es bien sabido que es una consecuencia multifactorial.

Así mismo, que no veamos en la televisión ventajas, se debe a que gobiernos y sociedades no sabemos darle un uso adecuado, y si lo que se necesita es que nuestros niños no crezcan frente al televisor, antes de aprender a leer y escribir, sabemos perfectamente que ese es un problema de educación. No culpemos a la televisión.






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